domingo, 9 de noviembre de 2008
viernes, 7 de noviembre de 2008
Trasplante de Pancreas
Las personas a quienes se les hace un trasplante deben tomar medicamentos el resto de sus vidas para impedir que sus cuerpos rechacen el páncreas nuevo. También deben visitar al médico regularmente para su cuidado.
jueves, 6 de noviembre de 2008
Trasplante de Riñon
Se necesita un riñón donado para llevar a cabo este trasplante.
El riñón donado puede provenir de:
Un donante familiar vivo, emparentado con el receptor, como uno de los padres, un hermano o un hijo
Un donante no emparentado con el receptor, como un amigo o el cónyuge
Un donante muerto: una persona recientemente fallecida que se sepa que no ha tenido enfermedad renal crónica.
Las personas con enfermedad renal crónica pueden recibir terapia con diálisis para salvarle la vida hasta cuando haya disponibilidad de un riñón donado. El riñón sano se transporta en una solución hidrosalina refrigerada que preserva el órgano hasta por 48 horas. Esto le da tiempo a los médicos para que hagan las pruebas para determinar la compatibilidad de la sangre y el tejido del donante y el receptor antes de la operación.
Diabetes
Glomerulonefritis
Hipertensión arterial, severa e incontrolable
Ciertas infecciones, como por ejemplo: TB u osteomielitis
Dificultad para tomar los medicamentos varias veces cada día por el resto de sus vidas
Enfermedad hepática, cardiopatía o neumopatía
Problemas respiratorios
Reacciones a los medicamentos
Los riesgos para cualquier cirugía son:
Sangrado
Infección
Otros riesgos abarcan:
Infección debida a medicamentos que inhiben la respuesta inmunitaria y que se deben tomar para prevenir los rechazos al trasplante.
Las personas que reciben un riñón trasplantado pueden rechazar el nuevo órgano. Esto significa que su sistema inmunitario toma al nuevo riñón como una sustancia extraña y trata de destruirla.
Con el fin de evitar el rechazo, casi todos los receptores de trasplante de riñón tienen que tomar medicamentos que inhiban su respuesta inmunitaria por el resto de sus vidas, lo cual se denomina terapia inmunodepresora. Aunque el tratamiento ayuda a prevenir el rechazo al órgano, también pone a los pacientes en mayor riesgo de infección y cáncer. Si la persona toma este medicamento, necesita hacerse regularmente exámenes de detección para este último. Los medicamentos también pueden causar hipertensión arterial y colesterol alto e incrementar el riesgo de padecer diabetes.
Un trasplante de riñón exitoso requiere un seguimiento minucioso por parte del médico y tomar siempre el medicamento de acuerdo con las instrucciones.
Si una persona recibió un riñón donado, necesitará permanecer en el hospital alrededor de una semana. Después de esto, requerirá un seguimiento minucioso por parte de un médico y exámenes de sangre regulares.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Trasplante de Cornea
DEFINICIÓN
La cornea es una capa transparente en la parte anterior del ojo. El transplante de cornea es la operación por la cual se reemplaza la cornea enferma ( vale decir que ha perdido su transparencia) por la cornea de un donante.
SÍNTOMAS Y DESCRIPCIÓN
Una de las enfermedades más comunes que requiere transplante de cornea es el queratocono. En estos casos la cornea pierde su característica asférica y toma una forma cónica, deformando las imágenes que llegan al fondo del ojo, produciendo un defecto muy importante de la visión. El lente de contacto que se usa habitualmente para mejorar la visión no siempre es tolerado, con el tiempo puede lesionar la parte del cono lo que hace necesario un transplante de cornea.
Existen otras causas, menos frecuentes, de opacificación de la cornea: cicatrices como consecuencias de heridas o infecciones, acumulación de líquido anormal, edema de cornea por enfermedad de alguna de las capas que la componen, opacificaciones congénitas o que aparecen después del nacimiento.
Luego de un examen clínico y general del ojo, el paciente se debe anotar en las instituciones oficiales que regulan la donación de este tejido, u obtenerlo en bancos de ojos de otros países. Las corneas donadas están estudiadas sobre los antecedentes del donante, hepatitis, sida, etc.
Pueden ser conservadas hasta 15 días en líquidos especiales de cultivo de tejidos. Esto permite realizar una cirugía en forma programada.
La cirugía:
En un transplante, la córnea dañada es removida y reemplazada por otra sana y transparente. Luego, la córnea donante es suturada al ojo receptor. La cirugía se puede realizar con anestesia total o local, el paciente puede retirarse el mismo día o permanecer por un corto periodo en observación.
- Uso de las gotas oculares como fue prescripto;- Ser cuidadoso en no frotar o presionar sobre el ojo transplantado;- No realizar ejercicios físicos;- Uso de protectores;- Preguntar a su oftalmólogo cuándo puede comenzar a conducir;
Su médico decidirá cuándo podrán removerse los puntos de la sutura dependiendo del grado de cicatrización. Usualmente, éstos son removidos luego de varios meses después de la cirugía (a partir de los 9 a 12 meses aproximadamente).
Estadísticamente, los transplantes de córnea presentan bajas posibilidades de rechazo, cuando estamos frente a un rechazo, la visión se nubla y se deteriora.
Los signos de alerta de un rechazo corneal son:
- Excesiva sensibilidad ocular.- Enrojecimiento anormal.- Disminución de la visión.
Cualquiera de estos síntomas deben ser informados de inmediato a su oftalmólogo. Un transplante corneal puede ser realizado nuevamente sobre un rechazo de córnea, con buenos resultados. La curvatura irregular de una cornea transplantada (astigmatismo) puede ser mejorada.
Existen algunas complicaciones posteriores a la cirugía que pueden ser tratadas. La visión puede ir mejorando hasta varios años después de la cirugía. El éxito de la cirugía es la suma del cuidado y atención tanto del paciente como del oftalmólogo. A su vez, ninguna otra cirugía nos puede ofrecer un resultado mejor cuando la córnea está dañada. La mayoría de las personas que han superado un transplante corneal están muy felices de recuperar la visión y son quienes más promueven la donación de órganos.
No podría ser posible sin los cientos de miles de generosos donantes y sus familias quienes ofrecen desinteresadamente el tejido corneal para que otros puedan ver. Informe a sus familiares acerca de la donación de córneas. Puede obtener información en el Banco de Ojos San Miguel que funciona en esta Clínica.
martes, 4 de noviembre de 2008
Trasplante de Médula Ósea
En algunas enfermedades de las células sanguíneas, en especial cánceres como leucemia, se pueden requerir altas dosis de quimioterapia para combatir el cáncer. Sin embargo, esto también destruye la médula ósea normal e impide que produzca suficientes células sanguíneas.
En otros casos en los cuales los trastornos hereditarios o adquiridos provocan una producción anormal de células sanguíneas, un trasplante de médula ósea sana puede corregir estos problemas. La médula trasplantada restaurará la producción de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
Los pacientes con trasplante de médula ósea generalmente se tratan en centros especializados y permanecen en una unidad de trasplante de médula ósea (o BMT, por sus siglas en inglés) para limitar la exposición a las infecciones.
La médula ósea sana puede tomarse del paciente antes de realizar quimioterapia o radioterapia. O se puede tomar de un donante (aloinjerto), que puede ser un familiar (generalmente un hermano o hermana) o de un donante sin parentesco (que se puede encontrar a través del programa nacional de donantes de médula ósea).
La médula ósea donada debe ser compatible con el tipo de tejido del paciente. Los donantes se escogen a través de exámenes de sangre especiales llamados histotipado para HLA (ver antígenos HLA).
La médula ósea se toma del donante en el quirófano mientras éste está inconsciente y libre de dolor (bajo anestesia general). Algunas de las médulas óseas de los donantes se extraen de la parte superior del hueso de la cadera. La medula ósea se filtra y se trata. Se puede trasplantar inmediatamente o congelarla y almacenarla para su uso posterior.
La médula trasplantada se transfunde al paciente a través de una vena (vía IV) y desde allí es transportada en forma natural hacia las cavidades óseas, donde crece para reemplazar a la médula ósea vieja.
El paciente es preparado para el trasplante por medio de altas dosis de quimioterapia o radiación (acondicionamiento), lo cual sirve para dos propósitos:
Destruye las células sanguíneas anormales o el cáncer
Retarda la respuesta inmunitaria del paciente contra la médula ósea del donante (rechazo al injerto).
Después del acondicionamiento, el paciente está listo para la infusión de médula ósea. Después de la infusión, la médula ósea toma de 10 a 20 días para establecerse por sí misma. Durante este tiempo, el paciente necesitará apoyo con trasfusiones de células sanguíneas.
Enfermedad por insuficiencia de la médula ósea causada por:
producción anormal de glóbulos rojos, como talasemia o enfermedad drepanocítica
tratamientos agresivos contra el cáncer (quimioterapia, radioterapia) en especial para casos de leucemia o linfoma
falta de producción normal de células sanguíneas (anemia aplásica)
Trastornos del sistema inmunitario (inmunodeficiencias) tales como:
neutropenia congénita
síndrome de inmunodeficiencia combinada y severa
Formas específicas de cáncer:
leucemias
linfomas
mieloma
La cirugía de trasplante de médula ósea no se recomienda para pacientes con:
Trastornos cardíacos, renales, pulmonares y hepáticos
Otras enfermedades que pueden limitar la supervivencia
Reacciones a los medicamentos
Problemas respiratorios
La quimioterapia administrada antes del trasplante de médula ósea (acondicionamiento) puede causar efectos secundarios como:
Diarrea
Daño hepático
Daño pulmonar
Úlceras bucales
Mientras se espera que la médula ósea se desarrolle, el paciente está en un alto riesgo de infección. Aunque el riesgo disminuye con el tiempo, la persona tendrá un mayor riesgo de adquirir infecciones graves por años después de un trasplante de médula ósea.
El problema principal con los trasplantes de médula ósea, cuando ésta proviene de un donante y no del paciente, es la enfermedad injerto contra huésped. Las células de la médula ósea sana trasplantada pueden atacar a las células del paciente, como si fueran cuerpos extraños. En este caso, el paciente deben tomar medicamentos para inhibir el sistema inmunitario. Sin embargo, estos fármacos también disminuyen la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
Después de un trasplante, uno puede retornar a las actividades normales tan pronto como se sienta lo suficientemente bien.
Otros problemas con un trasplante de médula ósea son todos los de los trasplantes de órganos mayores: encontrar un donante y pagar el trasplante. El donante generalmente es un hermano con tejido compatible, por lo tanto, cuantos más hermanos tenga el paciente, más probabilidades tendrá de encontrar un donante compatible.
Necesitará un seguimiento cuidadoso durante dos o tres meses después de ser dado de alta del hospital. Al sistema inmunitario le puede tomar desde seis meses hasta más de un año para recuperarse por completo de este procedimiento y algunas personas no se recuperan del todo.
lunes, 3 de noviembre de 2008
Trasplante de Corazón
Es un procedimiento que se ha hecho desde hace más de 20 años, con éxito creciente, y que en la actualidad se lleva a cabo en muchos hospitales de todo el mundo.
No es una solución para todos los problemas de corazón, evidentemente. De hecho, sólo puede llevarse a cabo en un muy pequeño número de pacientes que tengan menos de 55-60 años, con algunas enfermedades cardíacas muy determinadas que limiten drásticamente su esperanza de vida, a no más de 2 ó 3 años, que tengan todos los otros órganos vitales en excelente estado (particularmente los riñones, el hígado y los pulmones), que sean muy estables emocionalmente y que tengan una familia muy colaboradora.
Se trata de encontrar primero un corazón donante, que generalmente procederá de una persona saludable muerta en accidente, sin lesiones que afecten al corazón. Dicho corazón donante se transporta en una solución especial con toda la celeridad posible hasta el paciente receptor, cuya cavidad torácica ya estará abierta y sin el corazón enfermo. El nuevo órgano se pone en el sitio de aquél. El trasplante, como toda cirugía mayor del corazón, se hace bajo anestesia general, y la intervención suele durar varias horas, durante parte de las cuales, la función del corazón y los pulmones debe ser asumida por una máquina de circulación extra corpórea.
En muchos trasplantes de órganos, ocurre que el sistema inmune del receptor reconoce el tejido trasplantado como extraño o ajeno a sí mismo, y produce anticuerpos para atacar al "invasor". Por ello, después de los trasplantes de órganos hay que tomar medicamentos que suprimen la respuesta inmune normal (inmunosupresores), y algunos de ellos de por vida. Dado que disminuyen la capacidad del organismo de reconocer y resistir infecciones, debe ajustarse la dosis individual con todo cuidado.
Cuando un trasplante de corazón tiene éxito, la mayoría de los receptores se recuperan hasta llevar una vida relativamente normal. Un 80 % de ellos vive activamente al cabo de un año, y algunos receptores han vivido más de una década después del trasplante.
De cualquier modo, el procedimiento es complicado, y para que tenga éxito requiere un equipo muy bien organizado de especialistas en trasplantes y un paciente motivado. En casi todos los casos, hay que seguir viendo a los miembros del equipo de trasplantes de por vida, para el ajuste cuidadoso de las dosis individuales de medicamentos, el tratamiento de las complicaciones e, incluso, la realización de biopsias de corazón para vigilar la posibilidad de un rechazo.
Por todo ello, el trasplante de corazón sólo es una solución en los casos en los que es la única esperanza de vida y en los que haya probabilidades reales de éxito.